martes, 1 de febrero de 2011

DE CONSTANTES Y VARIABLES.

Nunca desee tanto la prolongación de una noche y yo, que si algo he tenido de sobra siempre, han sido las palabras…aún así, no encuentro las palabras justas para ti. Esta noche las tengo y las podría convertir en mil historias y etcéteras más, que no son más que lo mismo, pero tú no lo sabes y eso, esta noche no basta…

Ahora sé porque amamos la noche, su belleza, su tristeza, su silencio, sus secretos, las noches en vela, la libertad que nos concede las sombras, nuestro nocturno anonimato cuando lo cruel se torna bello…pero ya sabes muchacho, el día nos desnuda, siempre, fatal e irreversiblemente; nos muestra las caras y es inevitable que recorra por mis venas el brutal desencanto; sin embargo, sumergida en ese mar quieto de mis sábanas tu sabor y olor me persiguen, sinuosa y turbulentamente…En medio de la luz del día, sumergida en la verdadera oscuridad de lo concreto agrietas las paredes desoladas de mi cuerpo, traspasas y fundes tu aliento en mi alma, cuando no queda más que tu recuerdo y mi silencio…Y aún pisando las sombras a los días del calendario, me respondes que te coagula el silencio, si es parte de nuestro secreto, y de las noches, y aún batiendo ante la insolencia de las palabras, siempre es más sincero…Oh, no preguntes lo que siento, a esa respuesta no es que le tenga miedo, me aterran mis propios sentimientos, los vacios de mi cuerpo, la necesidad esencial de mi ser de caminar siempre al filo de una navaja…Pero mejor, mejor muchacho, dime que canción cantas a tus sueños inmemorables por las noches sin mí, mejor dime qué noción del día tienes y dime si necesitas de mi voz para llevarte aún más lejos; mejor dime quién más se puede complacer con esto de no pertenecer al mundo, quién cómo nosotros de la locura que nos abstrae de él…Continuo con este andar porque es más fácil que dejarlo, continuo para pasar sólo noches contigo y si cantarás una canción a tus sueños por las noches podría unir mi voz si quieres…Algo brilla a lo lejos, y en medio de una sonrisa cuando te escucho decir qué prefieres vivir intenso, sintiendo antes que estirar los años y la vida; te creo, sé que es cierto…Es por eso que me haces recordar lo que olvidaba, me haces amar de nuevo a Eliot; es por eso que amamos, no a nosotros, quizá a nosotros mismos, a la noche y a aferrarnos a la emoción de esta vida, entre sábanas de dunas, entre playas oscuras o simplemente entre penumbras…

6 comentarios:

Anónimo dijo...

...

Alonso Calhin Guerra dijo...

Es esa forma de exteriorizar tu sentir, tus emociones y puedo ver tus ojos brillando más de lo acostumbrado.

No soy un hombre enamorado como podrías pensarlo, pero no puedo evitar desear compartir un café, un vino, o un helado a tu lado chica.

Saludos desde La Habana!

esteban lob dijo...

Muy bonito Gabriela.

(Veo tu perfil y compruebo que tu internacionalidad no podría albergar el tipo de odios que deploro en mi actual post).

Cariños.

Ignacio Bermejo dijo...

Noche, palabras, silencio... un cóctel extraordinario que nos traslada a ese lugar oculto que muy pocos conocen. Ahora sé que tú has estado también allí. Un beso

Anónimo dijo...

A pesar que el estilo propio, algunas veces es un poco más de lo mismo, siempre tiendes a cogerme por el factor sorpresa. Imaginaba que una chica como tú, era amante de arte en general pero no de observar algo tan acostumbrado y fascinante como la noche. Me contagias a vivirla y disfrutarla, es cierto que muy pocos lo conocen y muy pocos encuentran belleza en un momento totalmente obscuro, pero tú sí.
Saludos desde Km. de noches tuyas.

bellaco dijo...

entre sábanas de dunas. La misteriosa Gabriela.