Durante vagos momentos y -casi siempre- cuando la cerúlea luz de la habitación languidecía; echaba un vistazo a la fotografía de su hermano gemelo. Solamente, por pocos minutos, mientras la luz se hacía más grácil y los insectos se elevaban alrededor de su halo. Tenía seis años cuando fue tomada, un año más tarde murió de fiebres o al menos, eso le explicó su madre. Hacía setenta años de aquello y -aún así- durante largos momentos necesitaba observar aquella foto. Precisaba evidenciar que algo de su hermano seguía existiendo. Y los recuerdos de él, no eran más que pasado. Cuando la contradicción ganaba la batalla a la razón, entonces, él arrastraba sus pies hasta la cama y se dormía, con la imagen de la fotografía en la cabeza.

De cuando en cuando vacilaba, al mirar la imagen, cuál de los dos había muerto. El niño que él era a los seis años ya no existía; en cambio, su hermano gemelo seguía existiendo tal y como era él hacía setenta años. Él, ahora, era lo que su hermano no pudo llegar a ser nunca -la oportunidad que injustamente le arrebato el destino-, pero, al mirar la foto descubría con desazón que su hermano continuaba siendo lo que él había dejado de ser para siempre. Una alucinación de no haber vivido cada momento de su vida iba en aumento con el transcurrir de los días.
Ajenas veces, ante un espejo, acariciaba la idea que estaba frente a su hermano muerto. Pacientemente le relataba todo lo que le había sucedido en la vida, pero sólo obtenía como respuesta la muda imagen de su propio ser. Y volvía a dormirse entre el silencio sepulcral.
Poco a poco había ido dejando de lado todo cuanto conocía sobre su hermano gemelo. Había olvidado como era su voz, como eran sus gestos, como sonaba su risa, como era su forma de correr y su forma de dormir. Al desfilar los años, tan sólo atesoraba aquella foto antigua de su hermano. Aquella expresión circunspecta ante la cámara de fotos era lo único que no había perdido en esos setenta años. Un día se sorprendió al descubrir que ya no recordaba siquiera el nombre de su hermano. Toda su existencia se había sintetizado en una antigua foto de papel amarillento. Los recuerdos ya no habitaban en su memoria y la foto parecía una segunda piel en sus manos.
Instantes después, le vino a la mente una idea espantosa. Se preguntó cómo podía estar confiado de que aquella foto era de su hermano y no de él mismo.
15 comentarios:
Tenía dos hermanos gemelos desgraciadamente con 36 años uno se lo llevó el destino, te puedo asegurar que desde entonces al que queda, le falta media personalidad, media alegría, media parte de su vida.
Me caló profundo.
Post:
Creo que todos los que nos dedicamos a este medio oficio de escribir, plasmamos realidades pasadas, fantasías futuras, pensamientos entrecruzados, a veces son abstractos, creo haberte resuelto tu pregunta.
Alguno en particular, o bastantes quien los lee saben perfectamente a quien van dirigidos, no hacerlo público, es parte de la propia intimidad y el respeto hacia la parte contraria.
Provechosa semana por lo que leo. Me hizo recordar a Hitchcock, claramente noto cuanto te gusta.
Un beso.
la ausencia de un sentido cierto que nos defina claramente nos persigue hasta el fin de los tiempos...
No quiero ser repetitivo, pero Gabriela con la belleza y admiracion que te tengo, COMO NO SERLO. TE APLAUDO, TE LLEVO EL EGO MAS ALLA DE TODO, PORQUE TIENES COMO Y PORQUE TENERLO ALLA ARRIVA.
Admiro esa imaginacion que es vivida en cada palabra y con la sutileza que lo haces. Tu me ayudaste mucho para comenzar, tus hermosas narraciones y textos fueron los que se ganaron un fuerte aplauzo del corazon y una exisita mirada en el alma.
Gabi la verdad que me dejaste sin palabras, Este texto tiene algo, eso que siento que le da un toquesito de vehemencia y delirio. Te felicito y gracias por dejarme escuchar tu palabra, porque son voces de tu espiritu.
"Él ahora era lo que su hermano no pudo llegar a ser nunca -la oportunidad que injustamente le arrebato el destino"
Gratamente me contagiaste.
Un beso muy grande Amiga querida, cuidate mucho.
Gracias de nuevo por dejarme leer la gloria de estas palabras.
Te Abrazo fuerte.
Nicolas.
¿Quién es quién?
¿Quién soy yo?
¿Qui sum?
Ego sum qui sum
(¿Quien soy? Yo soy el que soy...)
Beijos.
atte:
Paz
Me ENCANTO la trama del cuento. La idea, las imágenes. Y el final (¡qué final!), pero tengo un pero. El lenguaje. A veces lo siento demasiado barroco, a veces hay palabras que sobran, a veces está demasiado parecido a un canon desgastado. No sé, hay frases como "silencio sepulcral" que me molestan un poco, me suenan a lugar común. (Y en realidad no tienes por qué hacerme caso)
Saludos
Que tremenda reflexión, el final es una interrogante que toca hasta nuestras propias vidas, ¿que sabemos? ¿cuantas realidades son ilusorias?
Un abrazo
Dualidad latente, jugando con lo que quizá no somos y el medio que inventa nuestra mente nos hace creer que somos.
alegorías góticas pululando en tu lenguaje, quizá dando besos a narraciones Poe y hasta Cortazar... que ahora vienen frescos en tu letra.
Chau, fans 22 :)
Realidad - ilusión... que complicado eeehhh.
Hay dias en que uno piensa que la ilusión es parte de la realidad, pero hay dias que realidad mata todo.
Intesante escrito.
Realmente no sabemos quienes somos de dónde venimos ni para qué vamos, ni adónde vamos. Como siempre disfruté y reflexioné leyéndote Gabriela. Un abrazo.
Gabriela dejame decirte que el gusto fue completamente mío. Notable tu relato. Me adentraré en el resto del blog a medida que el fuckin´time me lo permita.
Saludos.
Muy bueno tu blog, y la verdad que es muy linda tu forma de escribir. Un gusto el haber venido, ya volveré con gusto a ver que más hay.
Saludos.
hola saludos desde chile me gusto mucho leerte
besos desde el sur
Muy interesante relato, aunque la idea de pensar en un muerto despues de setenta años es algo patológica no lo crees?, ja, tu sabes, yo siempre viendo el lado insano de la gente ... algo deprimente, debo agregar, "... ante un espejo ... pacientemente le relataba todo lo que le había sucedido en la vida, pero sólo obtenía como respuesta la muda imagen de su propio ser", acaso eso no es patologico ... Al margen de eso muy buena la trama, excelente final, si es que es el final, algunas frases trilladas y desgastadas (silencio sepulcral), pero en conjunto muy bueno ...
Bellas palabras, ciertas y profundas. Lo que no sabemos que somos... lo que creemos ser y tal vez no es así.. donde termino yo y empiezas tú? Como saberlo...?
PS: bienvenida a mis noches de insomnio
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