Trillado es el momento en que la noche
Cayó en mi ventana
Aun así, se presento brillante
Vestida de imponentes colores
Que dejaban al descubierto su absoluto poderío
Y los aromas nocturnos traspasan las barreras
Entran por mi nariz
Apaciguan mi alma
Mi alma, que anduvo entre difusas sombras
Escarlatas, que a distraídos movimientos
Se convirtieron en intensos rayos de luz
Mas la oscuridad abarca y añade más capítulos
De mi vida hacia ella, los posee vorazmente,
Sin atisbos de piedad, sin puñados de misericordia
Las horas transcurren lentamente, indiferentes
Al dolor, sin importarles si atrás dejaste impetuosos sueños y
Esperanzas deshechas
La noche continua desafiante, brillante y radiante.
La indolencia de mi reflejo en los charcos de agua
Se contagia de su alentador resplandor.
martes, 30 de enero de 2007
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