INTENCIONES...

Sólo es un homenaje más, como todos otros tantos que nos dimos…Recuerdo que hace mil años, ÈL, me rescató sin saberlo…tantos días de infinita paciencia, sorprendente, siempre lograba calmar el demonio que llevo dentro. Risas y más risas, casi siempre risas, quizá, sólo quizá, de cuando en cuando una pelea sin sentido, que ulterior y continuamente terminaba en un rosario de besos y te adoros. La verdad es que hubo de todo. Momentos en que hundías la mirada y descubrías todo; momentos en que no entendías nada; como la vida, como las obras y pinturas que no entiendo por más que las mire, y que no me inspiran más que comentarios irónicos como las otras que no las entiendo, pero me gustan…Ayer, me gustó mucho un remolino de arena que pude ver al ocaso del sol; tal parecía que respondía mis preguntas y bailoteaba sin cesar esa canción efímera y volátil al sol. Y ahora, estaba tan concentrada con el remolinito que no vi el turista con fachas de bohemio y aventurero mefítico que se aproxima sigilosamente. Se me pasan muchas ideas por la cabeza, sin embargo trato de tranquilizarme y poner mi semblante más adusto…y es que cada vez, se ve cada cosa!! Aún, no hay apuro, no voy de gala, sólo unos pantalones de algodón, cabello sujeto en una cola y cara de muy pocos amigos, de manera que descarto una posible violación…
-Hi, sabes si puedo seguir caminando y llegar a la ciudad?- me pregunta el mefítico con un español masticado. (En medio de una montaña de arena)
Lo miro sorprendida, voy a quedar como una inculta, pienso al segundo, pero…pero…este gringo con pinta de rocanrolero me está diciendo que quiere ir al centro de la ciudad entre las dunas de Huacachina??!!! Me parte un rayo!! Sonrío, le devuelvo el saludo y le digo que si, que siga su instinto y una vez, con el gringo mandado al desvío, continuo mi meditación…
Pero ya lo olvide, y sólo recuerdo la cara de incauto del gringo y mi yo malvado que trata de asfixiarse pero que basándose en los hechos, nunca pero nunca lo consigue, felizmente…