Me he puesto a llorar.
Ni lloro de rabia,
Ni lloro de dolor.
Ni lloro por perderte,
Ni por no poder ganarte.
Lloro para desprenderme
de tu imagen ligada a mis ojos
como si te hubieras encargado
de subirte a mi pupila,
de escalarme las pestañas
y sumergirte iris adentro,
navegando entre niebla.
Trepando por conos y bastones,
uniéndote, de manera irreversible,
en un extraño abrazo, a mi retina.
Me he puesto a llorar,
antes de que un eléctrico camino
te lleve, sin retorno,
al centro del recuerdo.
Por eso lloro.
Ni de rabia,
Ni de dolor.
Ni por el abrazo que duele,
ni por el miedo de quererte.
Simplemente me he puesto a llorar
para salvarte la vista,
para que guardes tu vida,
para que te despegues a tiempo.
Llorar, más y más fuerte,
para que huyas nadando lejos de mi.
lunes, 23 de abril de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Se lee mucha tristeza...
Si lo leo con detención, es "exorcizar" con lágrimas para que algo o alguien en este caso, se vaya.
Me gustó. Me recuerda a esos poemas dolorosos que hace años escribía.
Beijos.
Atte:
Santiago
P.S: Hay material nuevo en Surte. Y también invitados nuevos.
algo te paso
Es acaso un corazon roto???
Publicar un comentario